Es como una contraseña, algo que nos hace participes de un universo simple dentro de las miles de contradicciones y no definiciones que existen y que creamos a diario.
Nosotros nos lleva a una serie de códigos que configuran una relación de la que nadie quiere hacerse cargo y que al final terminamos definiéndola como un “no-sotros”.
Un tu y yo nos separa, nos mantiene distanciados lo suficiente como para no extrañarnos pero a la vez permite que a cada minuto nos pensemos (o te piense) en la cuota justa que nos permite no olvidarnos.
Nosotros podría haber sido una buena opción para uno de los dos, dos, nos compromete mucho y nos une demasiado hasta el punto de repelernos, por eso, quizás, lo que mejor nos queda es tu nombre separado por una coma del mío, la coma nos permite mantenernos lejos de las ilusiones, lejos de algo que nos nomine y nos incluye en universo que quizás tratamos de compartir de la mejor manera con otros.
¿Y si...?
Hace 12 años