Tic-Tac, Tic-Tac goteaba la sangre del reloj
El tiempo que todo lo cura, en estos momentos yacía desahuciado frente a un botón
Quizás alguien debió hacer algo por él
No debieron dejarlo solo
Debieron alejar su miedo y verlo correr
La espera continúa ahora que el tiempo a muerto
Nadie se puede mover
Nadie sabe a que hora llegar
Nadie puede esperar un rato más

OPCIONAL (Todos quieren escapar)

Son como dos minutos esperando que pase el tiempo, esperando su turno y quizás un par de horas más
Es como si fuese otoño y las flores comenzaran a empacar
Es el invierno tibio que endulza el aroma que produce tu palpitar
Es como si nunca hubiese llovido y tu llanto amargo regara el paraíso
Es el grito ahogado en un vaso de coñac
Un cigarro mal fumado
Un pensar desviado
Es como si la luna avergonzada se escapara del anochecer y entre nubes se dejara ver al amanecer
Es una frente gacha a la espera de una palmada
Un montón de monedas entre boletas que critican tu consumo excesivo y tu poca generosidad
Es la espera amarga, la risa rota y un trozo de pan

Una distancia corta, entre ceja y ceja tendré que esperar
Un disparo al aire, el aullido del perro que no quiere esperar
Es el tiempo cojo y exhausto de tanto andar
Es el agua sucia y turbia que baña mis pies
Son los restos de vida los que me hacen crecer
Es un puñado de arena sobrevalorada la que me hace creer que este “alguien” puede llegar a ser un “otro” imitando al que piensa que no es “él”.-

Un punto aparte mal posicionado, acaba de arruinar lo que pudo haber sido un segundo momento inesperado…

En el arte de decir adiós

Son las nubes y los silencios
Es la lluvia que va en aumento
Es la ausencia que me acaricia y el frío que atemoriza

Es el velo y las flores
Son las cuerdas y las voces
Son los llantos los que erizan

Es la espera y la paciencia
Son las filas y las cuentas
Es el dinero o quizás los gastos que me avergüenzan

Es la envidia hacia las nubes y también la avaricia
Es el egoísmo reinante y también tu sonrisa
Son las perras que aúllan y los gatos que gritan

El rezo de las más viejas y el llanto de las nodrizas amenizan la despedida
Se escucha el murmullo de la muchedumbre
El festejo pagano y un llanto lejano
Es agónico y desesperante, es ruidoso y tormentoso
Es traumante y agonizante
Es el adiós que se fuga en un instante.-

Hoy recordé que uno de mis sueños era irme a vivir al Tíbet, construir un invernadero, sembrar tomates y cuidar un puñado de cabras…
También recordé que en una guía de química siempre aparecía una jirafa mórbida y un elefante raquítico para hacerme reír cuando me sentía cansado.
Aún recuerdo cuando me bautice como Francisco Anhelo y que lo primero que quise ser fue un bombero, es que durante todos estos años e querido ser muchas cosas, bombero, panadero, astronauta, cura, curado, profesor y hasta maestro de la construcción, nunca pensé que pasaría de la ciencia a las letras y menos que me apasionaría tanto ver un par de silabas crear algo tan genial como una palabra bien escrita…
Aun recuerdo la primera vez que llore por una mujer, mi madre estaba triste y yo la quise acompañar en su dolor. Recuerdo unas vacaciones en la playa, en ese entonces yo era sonámbulo y dormía en una carpa, me contaron que salí a caminar con los ojos entreabiertos y que regrese y me hice el leso…
Aun recuerdo cuando me sentí derrotado y un tanto abrumado, recuerdo que me cuestionaba todo y eso me molestaba, ahora, simplemente me encanta.

El tiempo pasa y nos vamos poniendo viejos, ja! Que obvio, tan obvio que muchas veces lo pasamos por alto y no nos detenemos a pensar en lo que hemos hecho, en lo que alguna vez creímos como verdadero, en lo que quisimos ser y en lo que somos hoy…

En fin sin fin, aun sigo tropezando con la misma piedra que se burlo de mí un día que se oscureció a las 6 y que me vi con un vaso medio lleno y medio vacío en un bar de la región.-