domingo, 30 de agosto de 2009

Hoy me di cuenta que poco y nada se habla de los victimarios en las canciones de amor, solo se habla del desamor y sufrimiento que aqueja a los más desfavorecidos, nadie hace de abogado en estas cosas que la mayoría les dice, “cosas del corazón” y que para mi son un montón de sinapsis…
A mi parecer es injusto, que solo se hable mal del que rompe con las relaciones, que se le juzgue y poco menos se le apunte, no es que me sienta identificado con ellos, pero mas de alguna vez e estado en esa posición y es bastante incomodo.
En fin sin fin, cualquier día inventare una canción de desamor en la que la victima pase a ser victimario y el victimario la victima.


“Todo lo que viví y todo lo que fui no se comparara con lo que seré”

lunes, 24 de agosto de 2009

LO QUE TUVE SOY

--Alejandro Páez Varela

Tuve dos gatos, Gala y Camila, y tuve también mi juventud. Tuve un volkswagen negro y un sueño: en él voy en un camión, de cinco o seis años, y me asomo por la ventana y veo que lo que se va quedando en realidad se acumula, se compacta a tres pasos de la última llanta: las nubes, las cercas que mantienen el ganado a raya, dos señoras que me vieron pegado a la ventana, las montañas, los sahuaros, los chamizos, los recuerdos, las ideas: todo atrás, comprimido, y no se va. Tuve ganas de hacer mejor las cosas y un departamento enano. Tuve fuerzas para continuar, y piel renovable como la de una cebolla. Tuve en YouTube a Lonelygirl15 leyendo un comunicado de prensa. Tuve un amor y tres pesos que resistieron dos devaluaciones y la inflación.
Tengo cinco cajetillas de cigarros frente a mí (tres abiertas y a medias) y la amenaza de un cáncer pulmonar. Tengo un encendedor y tres ceniceros que vacío de madrugada. Tengo una buena reserva de Tylenol y una cajita de Altoids de hierbabuena que compré en Madrid y que por alguna razón no he abierto. Tengo una Palm que me sigue a donde voy y me aburre con su pleito con la Mac. Tengo un blog y el último número de Foreign Affaires que ya leí y ahora estoy subrayando (no hago las dos cosas al mismo tiempo). Tengo ganas de tomar el primer avión disponible y una cerveza en el refrigerador. Tengo los mismos e-mails que leí hace una hora. Tengo una botella de agua y un mosquito que ha aprendido a picarme en los codos. Tengo un protector de pantalla con Osama bin Laden riendo. Tengo dos perros que se alimentan del sentimiento de culpa, como yo.
Lo que tuve soy; vivo de lo que no se va. Por lo que tengo comprendo lo que seré: auto-bomba que se queda sin gasolina, agente funerario que termina en una fosa común, gusano que perfora el capullo para sacar las patas y recorrer el árbol.
(Leo la prensa y me doy cuenta qué tan vulnerable soy: el gobierno se blinda los ojos y los empresarios, contra los vaivenes que provocan los jodidos. Las iglesias se blindan contra sus competidores, y Dios se blinda contra ellas. Las ciudades se blindan con rejas y la televisión, contra la realidad. Los políticos se blindan contra sus obligaciones y la tristeza con alcohol, confeti y serpentinas. Los transeúntes se blindan contra sí mismos y los partidos políticos contra la decencia. Y yo intento blindarme el corazón, pero es el corazón el que debe blindarse contra mí.)

viernes, 21 de agosto de 2009

Un caminito rural se teje a la orilla del mar
Un poco de arena bordea los límites impuestos por la verdad
Unas pocas flores y uno que otro arbusto se deja ver por la ventana
Las vueltas de la rueda van siguiendo el hilo de la música que se crea en off

Los pájaros dan vuelta como si buscasen algo
Las ruedas giran para no perder el rastro
La brisa marina se mezcla con la tierra que se levanta alegando injusticia

Y la música se mezcla con las risas ajenas a mí
Esas que perturban el aire limpio que pasa por ahí

Se escuchan a lo lejos -cuando no hay voces en la canción- los roses de las olas con las rocas tiras al sol

Un poco de alcohol
Un tabaco en pipa
Y dos pocos de sabor
Gran mezcla diría el poeta mal herido
Ese que culpa a los otros por las penas que va guardando en su alcancía y que día a día tiene que ir vaciando

Todo es subjetivo, incluso la brisa que levantaba la tierra que pedía justicia
Un poco de suerte diría mi tía que vivía el día a día
Un poco de fe dijo aquel apóstol antes de ver el anochecer
Un poco de todo sin dejar lo otro de lado diría yo en el momento mas pensado

El camino sigue apareciendo y mis pies siguen avanzando
La mente fría

“Ella vivía solo con su sonrisa
Ella disfrutaba del apego y sus manías
Quizás era un tanto excesiva pero aun así sabia lo que quería”