miércoles, 29 de diciembre de 2010

Lo que tuve soy

Tuve dos gatos, Gala y Camila, y tuve también mi juventud. Tuve un volkswagen negro y un sueño: en él voy en un camión, de cinco o seis años, y me asomo por la ventana y veo que lo que se va quedando en realidad se acumula, se compacta a tres pasos de la última llanta: las nubes, las cercas que mantienen el ganado a raya, dos señoras que me vieron pegado a la ventana, las montañas, los sahuaros, los chamizos, los recuerdos, las ideas: todo atrás, comprimido, y no se va. Tuve ganas de hacer mejor las cosas y un departamento enano. Tuve fuerzas para continuar, y piel renovable como la de una cebolla. Tuve en YouTube a Lonelygirl15 leyendo un comunicado de prensa. Tuve un amor y tres pesos que resistieron dos devaluaciones y la inflación.
Tengo cinco cajetillas de cigarros frente a mí (tres abiertas y a medias) y la amenaza de un cáncer pulmonar. Tengo un encendedor y tres ceniceros que vacío de madrugada. Tengo una buena reserva de Tylenol y una cajita de Altoids de hierbabuena que compré en Madrid y que por alguna razón no he abierto. Tengo una Palm que me sigue a donde voy y me aburre con su pleito con la Mac. Tengo un blog y el último número de Foreign Affaires que ya leí y ahora estoy subrayando (no hago las dos cosas al mismo tiempo). Tengo ganas de tomar el primer avión disponible y una cerveza en el refrigerador. Tengo los mismos e-mails que leí hace una hora. Tengo una botella de agua y un mosquito que ha aprendido a picarme en los codos. Tengo un protector de pantalla con Osama bin Laden riendo. Tengo dos perros que se alimentan del sentimiento de culpa, como yo.
Lo que tuve soy; vivo de lo que no se va. Por lo que tengo comprendo lo que seré: auto-bomba que se queda sin gasolina, agente funerario que termina en una fosa común, gusano que perfora el capullo para sacar las patas y recorrer el árbol.
(Leo la prensa y me doy cuenta qué tan vulnerable soy: el gobierno se blinda los ojos y los empresarios, contra los vaivenes que provocan los jodidos. Las iglesias se blindan contra sus competidores, y Dios se blinda contra ellas. Las ciudades se blindan con rejas y la televisión, contra la realidad. Los políticos se blindan contra sus obligaciones y la tristeza con alcohol, confeti y serpentinas. Los transeúntes se blindan contra sí mismos y los partidos políticos contra la decencia. Y yo intento blindarme el corazón, pero es el corazón el que debe blindarse contra mí.)
Alejandro Páez Varela

jueves, 2 de diciembre de 2010

domingo, 28 de noviembre de 2010

1) Cerré feisbuk, alguien se consiguió mi contraseña y no tengo ideas, ni ganas para una nueva. Tampoco tenía ganas de seguir viéndome perder el tiempo sentado frente a la pantalla, moviéndome entre la opción Inicio y Perfil, revisando muros y fotografías de personas que ya casi ni conozco, casi…

2) Que bello esta el día, por primera vez, en bastante tiempo, quiero salir a compartir el sol y la brisa marina, quiero sentarme en la arena y pensar que quizás no está sobre valorada como pensaba Joel y que tal vez si hace feliz a alguien.

3) Se acerca fin de año, aquello que he estado esperando hace ya casi un año, casi. Los días pasan a exceso de velocidad, no tienen respeto por la autoridad del tiempo y la barrera de la realidad, pasan por el pensamiento como Pedro por su casa, pero aun así, eso me pone contento.
"No quedar adherido a ninguna persona; aunque sea la más amada; toda persona es una cárcel, y también un rincón..."

Nietzsche, F.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Hagamos un trato

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Mario Benedetti

lunes, 1 de noviembre de 2010

Aquí estoy

Quiero una vida al aire libre, una casa entre arboles
Quiero vivir de mi cosecha, quiero paciencia para ir de pesca
Quiero tener la puntería suficiente para cazar conejos y que la cebolla no me haga llorar
Quiero despertarme con la salida del sol y dormir contemplando las estrellas
Quiero bañarme en el río, secarme al sol
Quiero vivir solo, tener una chimenea que me abrigue en invierno y una hamaca donde descansar por la tarde, escondido del sol
Quiero hacer de mi vida una aventura, que día a día se escriba una nueva historia y que las letras que en mi libro escriba no se repitan
Quiero que antes de llegar al crepúsculo de mi vida, aparezca una mujer que me renueve cada día, que me invite a la improvisación, que me llene con esa sensación de…
Mientras, tratare de hacer de la monotonía una travesía.-

lunes, 7 de junio de 2010

Tengo ganas de volver a sentir lo de antes
Tengo ganas de una retorcida de tripas y un poco de alcohol
Tengo ganas de tomar vino y fumar un pucho, envolverme en su manto azulado y creer que no estoy
Tengo ganas de besarte la mano, de ser caballero y entregarte mi amor, pero no, siempre suelo ser un poco atarantado y corro cada vez que pienso en el amor
Siento la vida lenta, tan lenta que se me oxida el corazón, la amígdala cerebral y se me contamina un pulmón (debo dejar de fumar)
Siento que siento que cuando siento me asusto, pero en vez de salir corriendo me amurro, me hundo y me siento, me siento a esperar que pase la vida lenta mientras contamino mi pulmón, mientras se me oxida la amígdala cerebral y también el corazón.
Creo que de cuando en cuando es bueno aprovecharse de la lentitud de la vida y comenzar a rodar.

martes, 4 de mayo de 2010

Se estan acabando las ideas

Un vaso bañado en sudor

La brisa del canto que produce tu voz

Llantos agónicos y ausentes se mezclan con el vacío de la habitación

Cristalinos rayos de la luna menguante, esperan la llegada de aquel que se presenta entre los remesones de un temblor

Así como ese que viste de colores poco llamativos, que camina con sus zapatos sin abrochar y que tropieza con las cicatrices de la represión

Sereno como el mar

Temeroso de ese que se hizo a la mar

Espero sentado en el banco que mi abuelo quiso sembrar

El árbol marchito

El pétalo seco

El brillo del barco anclado por el Edipo que nunca supero

lunes, 19 de abril de 2010

20 años

De pronto algo se paso que el tiempo se detuvo y tu cabeza comenzó a vomitar una serie de recuerdos en un orden poco cronológico y poco lógico, comenzaste con tu verborrea típica, empezaste a gritar como si tu mundo se fuese a acabar y no quisieras dejar a los demás con la duda de todo lo que un día llegaste a pensar.
Te pronto se escucho, se sintió una explosión, ya no te quedaban mas palabras.

lunes, 29 de marzo de 2010

lunes, 22 de marzo de 2010

Un día voy a estar muerto y “ni” siquiera me voy a dar cuenta, me encontrare envuelto en un atuendo formal, sentado frente a un pelotudo, pensando que chucha hago ahí y con unas ganas tremendas de volver a jugar con autos.

sábado, 20 de marzo de 2010

viernes, 19 de febrero de 2010

Porque escrbí

Ahora que quizás, en un año de calma,
piense: la poesía me sirvió para esto:
no pude ser feliz, ello me fue negado,
pero escribí.

Escribí: fui la víctima
de la mendicidad y el orgullo mezclados
y ajusticié también a unos pocos lectores;
tendí la mano en puertas que nunca, nunca he visto;
una muchacha cayó, en otro mundo, a mis pies.

Pero escribí: tuve esta rara certeza,
la ilusión de tener el mundo entre las manos
—¡qué ilusión más perfecta! como un cristo barroco
con toda su crueldad innecesaria—
Escribí, mi escritura fue como la maleza
de flores ácimas pero flores en fin,
el pan de cada día de las tierras eriazas:
una caparazón de espinas y raíces

De la vida tomé todas estas palabras
como un niño oropel, guijarros junto al río:
las cosas de una magia, perfectamente inútiles
pero que siempre vuelven a renovar su encanto.

La especie de locura con que vuela un anciano
detrás de las palomas imitándolas
me fue dada en lugar de servir para algo.
Me condené escribiendo a que todos dudarán
de mi existencia real,
(días de mi escritura, solar del extranjero).
Todos los que sirvieron y los que fueron servidos
digo que pasarán porque escribí
y hacerlo significa trabajar con la muerte
codo a codo, robarle unos cuantos secretos.
En su origen el río es una veta de agua
—allí, por un momento, siquiera, en esa altura—
luego, al final, un mar que nadie ve
de los que están braceándose la vida.
Porque escribí fui un odio vergonzante,
pero el mar forma parte de mi escritura misma:
línea de la rompiente en que un verso se espuma
yo puedo reiterar la poesía.

Estuve enfermo, sin lugar a dudas
y no sólo de insomnio,
también de ideas fijas que me hicieron leer
con obscena atención a unos cuantos psicólogos,
pero escribí y el crimen fue menor,
lo pagué verso a verso hasta escribirlo,
porque de la palabra que se ajusta al abismo
surge un poco de oscura inteligencia
y a esa luz muchos monstruos no son ajusticiados.

Porque escribí no estuve en casa del verdugo
ni me dejé llevar por el amor a Dios
ni acepté que los hombres fueran dioses
ni me hice desear como escribiente
ni la pobreza me pareció atroz
ni el poder una cosa deseable
ni me lavé ni me ensucié las manos
ni fueron vírgenes mis mejores amigas
ni tuve como amigo a un fariseo
ni a pesar de la cólera
quise desbaratar a mi enemigo.

Pero escribí y me muero por mi cuenta,
porque escribí porque escribí estoy vivo.

Enrique Lihn

martes, 9 de febrero de 2010

En días como hoy, donde el sol pega fuerte desde las primeras horas de luz
Donde todo sudado me siento frente al computador a tratar de reflexionar entre palabras al aire y conversaciones ignoradas, besos errados y miradas despreciadas
Es en días como hoy es cuando me pregunto muy amablemente, ¿Cómo es que estas Eduardo?, entre bromas me respondo sentado, pero eso ya es aburrido, entonces me sincero y me digo al oído “asustado”, pero luego reflexiono y solo estoy exitado, sudado y un poco cansado…

lunes, 25 de enero de 2010

sábado, 2 de enero de 2010